Llegó de Colombia en 1992. Y en estos años Blanca M. O. ha tenido problemas con la vivienda, con un negocio de hostelería que montó y con un seguro por enfermedad. Habla en primera persona cuando explica que el "desconocimiento" y la "necesidad" exponen más a los inmigrantes ante determinadas circunstancias cotidianas.
Casada durante cinco años con un español, Blanca explica que no fue incluida en las escrituras de una vivienda comprada por la pareja porque aún no tenía su tarjeta de residencia. Ahora, divorciada, se enfrenta a la subasta de la vivienda porque su marido ha dejado de pagar recibos. También cuenta que contrató un seguro de enfermedad que de nada le sirvió hace unos meses al someterse a una operación quirúrgica. Supo, al reclamar el dinero, que la aseguradora había cancelado el seguro por impago aunque ella defiende que tiene "todos" los recibos. Este último hecho la ha llevado ante la ventanilla de la Unión de Consumidores (UCE) de la Comunidad Valenciana.
Las reclamaciones tramitadas por inmigrantes suponen sólo el 0,5% del total
La secretaria general de la UCE, Ana Zarzuela, considera que los inmigrantes están más desprotegidos que otros ciudadanos. Remarca que la información, de la que en muchos casos carecen, es "fundamental". Por ello, la UCE acaba de publicar, en castellano, francés, inglés y árabe, una guía de consumo, que presenta hoy, para informar a este colectivo de sus derechos.
Blanca está entre los inmigrantes que acuden a las oficinas de consumidores a informarse sobre sus derechos o a reivindicarlos cuando los consideran vulnerados. La UCE estima que alrededor del 5% de las consultas en sus oficinas provienen de inmigrantes, y son los suramericanos, posiblemente por cuestiones de idioma, los más activos. Un escueto porcentaje, en cualquier caso, que supone un aumento sobre las cifras de unos años atrás. Y, entre ellos, la cifra de los que reclaman es prácticamente testimonial. El año pasado, la UCE tramitó 36 reclamaciones a inmigrantes, que suponen un 0,5% de las 6.494 presentadas. El desconocimiento, el miedo o su situación irregular son factores que frenan un mayor crecimiento de las cifras. Los servicios de telefonía e Internet y los relacionados con la vivienda, especialmente con su alquiler, son los temas más consultados al ser los primeros que suelen contratar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de marzo de 2003