Semivacío como es habitual, Delle Alpi estalló de fervor en el último minuto. Los jugadores del Juventus se arracimaron en una esquina, colgándose unos sobre los otros para celebrar el gol lo más cerca posible del público. Pero la euforia por un triunfo con el que ya nadie contaba no ocultó el extraño modo en que se había producido. Y el entrenador, Marcello Lippi, habló con franqueza ante la prensa: "Por juego y ocasiones, el resultado no es justo. Pero esto es fútbol ...".
Los propios futbolistas de la Juve se sinceraron también con sus compañeros deportivistas al acabar el partido. "Ellos mismos", reveló Scaloni, "nos dijeron que habíamos jugado mejor y que les había venido a ver Dios". Camoranesi también lo confesó ante la prensa: "Cuando llegamos al vestuario, nos dijimos: 'ha venido una luz y nos iluminó". El triunfo del Juventus fue tan extraño que hasta pareció acogerlo con cierto embarazo.
En el Deportivo, el hachazo fue acogido con serenidad. Los jugadores no rehuyeron el contacto con la prensa y alguno, como Fran, incluso abandonó el vestuario con una sonrisa poco apropiada para la ocasión. Pero no faltaron las lamentaciones, especialmente de Scaloni, uno de esos argentinos que sienten los partidos como una cuestión de vida o muerte: "Prefiero perder por 6-0 y que nos den un baño, que caer así, en el último minuto después de haber jugado mejor". "Te sientes con cara de tonto", apuntó Mauro Silva y corroboró Capdevila, quien añadió: "Me sabe tan mal... Estoy muy jodido".
"Nunca mejor dicho aquello de porca miseria", le dijo un periodista a Javier Irureta. El entrenador suspiró, dibujó una media sonrisa y espetó: "!Y tanto! ...". Irureta había vivido el partido con muchos nervios e incluso protagonizó un incidente muy poco habitual en una persona tan comedida como él. El técnico se encaró desde el banquillo con el defensa uruguayo del Juventus, Paolo Montero, después de que éste hiciese una durísima entrada a Héctor. "Es que además de pegarle, se dirigió a nosotros y nos insultó", explicó el técnico antes de añadir con ironía: "Como se dice vulgarmente, encima tenemos que poner la cama".
Pero Irureta mantuvo la serenidad en la rueda de prensa, en la que dijo sentirse "orgulloso" de la actuación de su equipo. Y encajó el bofetón con actitud estoica: "Ha sido el destino. Estas son las grandezas y miserias del fútbol". En una semana, el Deportivo ha quedado fuera de dos torneos, la Copa del Rey y la Liga de Campeones, en este caso, por primera vez antes de los cuartos de final. Pero Irureta está seguro de que el equipo sabrá digerirlo: "Este es un grupo unido y fuerte. Y vamos a dar mucha guerra en el tramo final de la Liga".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de marzo de 2003