Con caretas blancas y camisetas con el lema No a la guerra, corrían y gritaban de un lado a otro, mientras dos zancudos ataviados como soldados y las caras protegidas por máscaras antigás disparaban con algo parecido a un lanzallamas intermitentes chorros de agua. Eran actores y músicos que representaron ayer en la calle Tetuán de Sevilla los efectos de un bombardeo sobre Irak. "Si la amenaza de guerra se cumple, los muertos no serán ficticios ni artísticos
", decía Joaquín Urías, miembro del Foro Social de Sevilla, que organizó el acto junto a la Plataforma Cultura contra la Guerra. Después, los artistas convocaron a los ciudadanos para la marcha de mañana a la base aérea de Morón de la Frontera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de marzo de 2003