Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

La polémica rodea la posible entrada de Vila-Real en Ruralcaja

La decisión que los socios de la Caja Rural de Vila-real deben adoptar hoy sobre la integración en Ruralcaja, entidad que agrupa a todas las cajas rurales de la Comunidad Valenciana, viene precedida de una agria polémica en la que representantes de ambas posturas han protagonizado un auténtico rifirrafe público.

La Caja Rural de Vila-real posee cerca de 10.500 socios y cerca de 30.000 cuentas lo que, unido a su antigüedad y a la confianza que los vilarrealenses han depositado en su caja, la ha convertido en una entidad más que rentable. Los resultados que hoy se presentarán a la asamblea así lo avalan, con una cifra de negocio de 328 millones de euros y un beneficio bruto de más de cuatro millones de euros. Sin embargo, uno de los aspectos que más "preocupa" a los opositores es el patrimonio que la caja ha ido "cosechando" con el tiempo y que, en cualquier caso, está en manos de una fundación, que gestiona también la obra social.

José Cantavella, presidente de la entidad, se afana en explicar que no se trata de una fusión sino de una cesión de la actividad que respeta la personalidad jurídica de la Caja Rural de Vila-Real, pero los opositores temen que el protocolo firmado suponga su desaparición como entidad de crédito.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de marzo de 2003