"La mayor esperanza para la paz son los ciudadanos". Esta apreciación de José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE, fue extendida ayer por todos los dirigentes de su partido con el deseo de que las manifestaciones y concentraciones contra la guerra vuelvan a ser hoy masivas, igual que hace un mes. "El presidente del Gobierno, José María Aznar, debe trasladar al presidente estadounidense, George Bush, el clamor contra la guerra", dijo Zapatero tras mantener los 15 minutos de paro convocados por los sindicatos en rechazo a la guerra. Le acompañaban dirigentes y colaboradores como José Blanco, Manuel Marín, Leire Pajín, Álvaro Cuesta, Enrique Martínez y Alfredo Pérez Rubalcaba.
Los socialistas están decididos a combinar, frente al riego de una guerra, la acción parlamentaria y la presión popular. Zapatero y los miembros de la ejecutiva, así como la dirección del grupo parlamentario, volverán a salir hoy a la calle. El líder socialista, como hace un mes, irá tras la tercera pancarta, con el lema No a la intervención de España.
Personalidades del ámbito cultural y representantes de las organizaciones sociales portarán la primera y segunda pancarta. Zapatero irá acompañado por sus compañeros José Blanco, Jesús Caldera, Javier Rojo, Álvaro Cuesta, Manuel Marín, Jordi Sevilla, Leire Pajín, Carmen Chacón, Trinidad Jiménez, Rafael Simancas, María Teresa Fernández de la Vega y Juan José Laborda.
Los socialistas centrarán su presión en los próximos días para conseguir que España no participe en una acción militar. "El Gobierno no puede participar bajo ningún concepto y tiene que reducir su colaboración con Estados Unidos exclusivamente a la utilización de las bases; es decir, una colaboración ordinaria y no excepcional", según ha explicado Zapatero al diario El Adelantado de Segovia, informa Aurelio Martín.
"Hemos pedido al presidente muchas veces que cambie, que rectifique, y no lo ha hecho. Ahora le toca algo tan sencillo en democracia como es que respete la legalidad internacional", afirma el líder socialista. Sobre las acusaciones que recibe de "oportunismo" por su actitud ante la guerra, Zapatero afirma que "son un insulto para muchas personas que quieren un desarme pacífico de Sadam Husein".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de marzo de 2003