Estados Unidos ha triplicado en los últimos tres meses sus importaciones de petróleo procedente de Irak, debido sobre todo al descenso de crudo procedente de Venezuela en los meses de diciembre y enero, según las estadísticas publicadas esta semana por el Departamento de Comercio.
En enero, EE UU recibió 17,13 millones de barriles de crudo iraquí, el 6,4% de las importaciones totales, frente a los 5,83 millones de octubre. El régimen de Sadam Husein pasó del octavo al quinto lugar entre los proveedores de petróleo de EE UU. Los tres primeros son Arabia Saudí, México y Canadá. Venezuela cayó del primer al sexto lugar. Su industria petrolera se ha visto gravemente afectada por una huelga general contra su presidente, Hugo Chávez.
Por su parte, el economista George Soros apostó el jueves por una guerra corta en Irak, a la vez que criticó duramente al presidente norteamericano, George Bush. Soros aseguró que una victoria corta y decisiva en Irak proporcionaría tranquilidad económica, pero advirtió de que la política militar de EE UU está creando "un burbuja de supremacía americana".
"Eliminar la incertidumbre sería positivo para los mercados y la economía", dijo Soros. Pero añadió que "la actual persecución de la supremacía americana" recuerda "a los procesos de burbuja en el mercado de valores". "La fuerza militar debe ser el último recurso y debe estar respaldada por cierta legitimidad", opina Soros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de marzo de 2003