Por tercera vez consecutiva, este año la economía europea crecerá muy por debajo de su potencial. Según el FMI y la OCDE, el crecimiento no superará el 1,5%, en unas previsiones que ya parecen demasiado optimistas.
La incertidumbre de la guerra y el estallido de la burbuja financiera en EE UU no han hecho más que sumarse a una cadena de dificultades. Entre ellas, el Institute for Economic Research destaca la timidez del Banco Central Europeo al bajar los tipos de interés.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de marzo de 2003