A medida que el calendario del Memphis Griz-zlies ha puesto rumbo hacia la costa Este, las victorias se han hecho más asiduas. Anoche, el equipo de Pau Gasol disputó ante el Atlanta Hawks un partido hostórico: el que supuso la victoria (124-92) número 24 de Memphis. Nunca antes esta franquicia había llegado a tanto. Y lo mejor es que aún quedan 17 encuentros para que concluya la primera fase de la Liga de la NBA.
"Tengo que mejorar en la defensa y poner más tapones", dice el 'pívot' con afán de superación
Las cosas serían muy diferentes para el Memphis si estuviera integrado en la división de enfrente. Una mudanza por la que abogó en su día Jerry West como director general. Las estadísticas lo dicen todo: 41 partidos ha disputado ante equipos del Oeste con sólo diez victorias; 23 frente a los del Este con 14 triunfos. Los mejores de la costa atlántica no han podido superar al tercer peor equipo de la orilla contraria.
El comienzo de la temporada de los Grizzlies fue patético: 13 derrotas seguidas. A partir de ese momento su balance es decente: 23 victorias y 28 derrotas. Ahora acumula una racha de seis triunfos consecutivos, la mejor del año. "Estamos felices porque empezamos a tener consistencia en nuestro juego y podemos ganar a cualquiera", comenta Pau Gasol.
En un panorama tan benigno, el español sigue a lo suyo. Juegue en la posición que juegue, ya que los últimos partidos le han devuelto al puesto de pívot por la baja de Lorenzen Wright. Tal es así que en apenas un mes ha estado nominado en dos ocasiones para mejor jugador de la semana de su conferencia. El palpable desnivel de categoría entre una y otra costa ha sido aprovechado por Gasol, que ha convivido muy a gusto con los hombres altos del Este.
La mejor señal de esta última semana fue el partido ante el Toronto Raptors: 32 puntos y seis rebotes en 37 minutos de juego, con un excelente porcentaje de acierto en el tiro. La defensa del equipo canadiense concedió espacio al catalán y éste se hartó de anotar lanzamientos de cinco y seis metros. No hay motivo para el asombro: el jugador que se paseó por la Liga ACB hace tres años tenía, entre sus armas, un más que aceptable tiro exterior. Ahora que sus rivales conocen su poderío en la zona, recuperar ese tino le haría mucho más difícil de marcar.
De él ha dicho ya Larry Brown, el técnico del Filadelfia Sixers y entrenador de EE UU en los Juegos de Atenas 2004, que la Liga cuenta con una nueva superestrella. Por buscarle las cosquillas, todavía debería conseguir mayor nivel defensivo. "Tengo que mejorar en la defensa y poner más tapones. Necesito dominar dentro de la zona", reconoce Gasol.
El Memphis se encuentra más unido que nunca. El intercambio con el Orlando Magic de hace un mes ha sido positivo. Stromile Swift, tras dejar la lista de prescindibles, ha recuperado su mejor tono formando pareja con Gasol. La marcha de Drew Gooden le ha permitido ascender algún escalafón en la rotación y sus estadísticas de los últimos partidos son fenomenales. Mike Miller no ha podido demostrar su clase debido a las lesiones. Y queda, cómo no, Jason Williams, mucho más centrado en el bien del grupo. Hubbie Brown, su entrenador, parece ser el culpable de la trasformación. El abuelo y el nieto rebelde se llevan a las mil maravillas. "Aristóteles enseñando a Eminem", dice algún analista.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de marzo de 2003