"Nos encontramos solos en casa, y los mayores deberían tener tiempo de ejercer de padres; si no, no habrá confianza entre unos y otros", clamó un alumno de Primaria del colegio Barcelona. El Parlament, abarrotado de niños de cinco colegios de la ciudad, debatió un proyecto de ley para favorecer la convivencia familiar ante la atenta mirada del presidente de la Cámara, Joan Rigol, y varios diputados. Su aprobación fue casi unánime: 111 votos a favor, 18 en contra y 9 abstenciones. Luego vinieron cuatro proposiciones más.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de marzo de 2003