Las bolsas europeas pasaron ayer de hacer una valoración muy negativa de los últimos pasos previos a la invasión de Irak a dejarse llevar de la mano por la subida de Wall Street, con lo que los inversores terminaron celebrando aquello que unas horas antes lamentaban.
Los analistas, lejos de entrar en la cuestión de fondo de esta guerra, apuestan en firme por su corta duración, algo muy posible una vez que los inspectores de armas de la ONU han afirmado que no hay indicios de la existencia de armas de destrucción masiva que oponer a esa invasión.
La contratación mejoró sustancialmente, al menos en el mercado español, respecto de las jornadas anteriores al no existir muchas dudas sobre la capacidad de reacción de los mercados después de tantos meses de acumular tensiones. En algunos momentos daba la impresión de que todos los problemas de las economías occidentales tenían nombres y apellidos conocidos por todo el mundo y que, una vez detectados, la solución estaba al alcance de la mano.
El Ibex 35 recuperó el nivel de los 6.000 puntos tras ganar el 2,70% y a pesar de bajar el 3,13% poco después de la apertura. El índice general de la Bolsa de Madrid subió el 2,28% al cierre.
La evolución del conjunto de los mercados europeos fue similar, con un avance del 3,35% en París y del 3,39% en Londres, mientras que Francfort ganaba el 3,66% poco antes del cierre.
La Bolsa de Nueva York subía el 2,54% a media sesión en un día en el que las noticias económicas brillaron por su ausencia, con lo que el índice Dow Jones recuperaba el nivel de los 8.000 puntos.
La contratación en el Mercado Continuo ascendió a 2.384,14 millones de euros, una de las cifras más altas de este ejercicio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de marzo de 2003