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CRISIS POR LA MANIPULACIÓN DE LAS ENCUESTAS

Mas quiere administrar el calendario de la solución de la crisis

El conseller en cap, Artur Mas, quiere administrar el calendario de la solución de la crisis -dimisiones incluidas- por la manipulación de las encuestas del Gobierno catalán, aseguran en CiU. Por eso ayer tomó una decisión que los dirigentes de la federación nacionalista juzgan valiente, pero que no suscita aplausos unánimes en CiU: comparecer ante el Parlament, una vez que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, le ha dado carta blanca para capear el temporal a su antojo. No es malo denunciar la pertinaz opacidad de que hacen gala en el asunto de las encuestas las administraciones gobernadas por los socialistas (el Ayuntamiento de Barcelona se negó ayer a crear un simple registro), pero el temor de los nacionalistas radica en que la comparecencia del conseller en cap se convierta en una contraofensiva estéril. Pero Mas quiere tomar la iniciativa y evitar que una crisis sobrevenida le arruine su planificación.

Desde la cúpula de CiU llevan meses preparando la presentación de la propuesta de Estatut, que tendrá su gran acto central cuando Mas lo presente públicamente el próximo 6 de abril. Sin embargo, el asunto de las encuestas se ha erigido en protagonista mediático del mes y amenaza con repetir éxito. La "tontería" inicial, el "soufflé" mediático de las encuestas -tal como lo calificó CiU al principio-, ha dejado de ser un ligero entrante para convertirse en un consistente segundo plato.

El 'caso Madí'

La prueba empírica de que el delfín de Pujol ha tomado las riendas de la crisis se verificó en la conferencia de prensa de ayer. Si durante semanas Mas fue protagonista en ausencia en la crisis de las encuestas, ayer apareció ante el respetable un resolutivo conseller en cap. A su lado, el portavoz del Gobierno, Felip Puig, era un paradigma de finezza vaticana.

Dijo que todo lo iba a explicar en el Parlament. Allí desvelará quiénes orquestan la campaña de intoxicación y erosión del Gobierno en que se ha convertido la crisis por la manipulación de las encuestas. Y ya se verá si habla de nuevas dimisiones, porque no es un secreto, apuntan diversas fuentes de CiU, que cuanto con más énfasis se aborde el asunto de la destitución de su mano derecha, el secretario de Comunicación del Gobierno, David Madí, más tratará de distanciarla el conseller en cap de la resolución de la crisis.

Mas quiere mostrar que él gobierna la situación y la administra más allá de conspiraciones mediáticas y opositoras. Una tarea difícil cuando entre bambalinas es el propio Jordi Pujol quien lleva las negociaciones con un PP que está para pocas bromas. Mas se mostró ayer entusiasta de la firmeza de Jordi Pujol, del avui no toca de las conferencias de prensa del presidente de la Generalitat; en definitiva, de la soltura propia de un político que ha ganado seis elecciones.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de marzo de 2003