Quisiera manifiestar las dificultades que los vecinos de Triana, especialmente los que vivimos entre Pagés del Corro, Betis, Pureza y aledañas, tenemos para aparcar nuestros vehículos en la vía pública, así como el caos circulatorio existente, sobre todo a partir de la apertura del aparcamiento del Mercado de Triana, cuando en la calle Betis establecieron la dirección hacia la Plaza de Cuba, obligando a una gran vuelta para salir del barrio por el puente de Triana o buscar aparcamiento en la calle Pureza y alrededores.
A la hora de aparcar nos encontramos con los siguientes problemas: eliminación de aparcamientos en superficie cuando se abrió el párking; actuación arbitraria de la grúa; colocación sin previo aviso de una placa de prohibición de aparcar en la calle Pureza; ante la falta de espacios para aparcar se multiplican las placas de prohibición y la actividad de los agentes multando, hecho que no ocurría antes y que da la impresión de tener un carácter recaudatorio; el hecho de que el aparcamiento público situado junto al Paraguas se cierre por la noche y no puedan permanecer allí los vehículos; el elevado precio del párking privado de la plaza de abastos y que ante los problemas descritos más arriba parece que se impone como un nuevo impuesto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de marzo de 2003