El presidente Aznar compareció ante la prensa, para tratar de explicar, y justificar, su apoyo a la guerra contra Irak. Según nuestro primer ministro, con esta guerra se pone fin "a las oportunidades de Sadam Husein y comienzan las oportunidades de su pueblo". El régimen iraquí ha desafiado la legalidad mientras que el gobierno español está actuando de acuerdo con la legalidad internacional. (¡!). Y añadió que "apostaremos por solucionar el problema palestino-israelí". Pero, ¿cuánto tiempo no han tenido los Estados Unidos para poner fin a este conflicto? El propio Aznar, ¿no era amigo de Yaser Arafat y asistía junto a él a la misa del Gallo en Belén? ¿Cree de verdad, Aznar, que Bush está dispuesto a solucionar el conflicto de Israel? ¡Por favor! El diputado del PP, Arístegui, declaraba que desde hace 11 años se venía exigiendo a Husein el cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas. ¿Y cuántos años llevan Ariel Sharon y sus antecesores sin cumplir las resoluciones? Resulta patético ver a Aznar tratando de justificar y defender lo injustificable e indefendible. Ante las cámaras de TVE y ante el pleno del Congreso. Pero no sólo Aznar. El Papa ha condenado la guerra y a sus promotores, Bush, Blair y Aznar. ¿Cómo es posible que, mientras el Papa se muestra rotundo, la emisora de la Conferencia Episcopal Española, la COPE, venga desde hace tiempo lanzando, cada noche, encendidas soflamas en favor de la guerra en su programa La Linterna, a cargo de su director, un enloquecido que se atreve, incluso, a acusar a los españoles que se manifiestan contra la guerra de "neosoviéticos" y a decir que quien dirige este movimiento es, nada menos, que Almodóvar? ¿Acaso no existe, ya, en España, el oficio de "loqueros" para requerir sus saludables servicios? ¿Qué tienen que decir los obispos ante tamaños despropósitos? ¿Es ésta la tan anunciada "línea COPE"? Y volviendo a Aznar y su partido, ¿nadie es capaz de decirle a su líder que se ha equivocado? ¿Tan roma es la inteligencia de los dirigentes del PP? ¿Todos piensan igual que el Jefe? Patético.
fburguera@inves.es
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de marzo de 2003