El estallido del conflicto bélico ya tiene su repercusión en la vida diaria. La venta de viajes para la próxima Semana Santa caerán entre un 10% y 20% con respecto al año anterior, según ha señalado el presidente de la Asociación Nacional de Agencias de Viaje, Jesús Martínez Millán. Iberia mantuvo ayer todos sus vuelos a Oriente Próximo y Estados Unidos y los aeropuertos españoles funcionaron normalmente. Air France canceló sus vuelos a Israel, igual que Lufthansa y British Airways. Delta y American Airlines facilitarán el regreso de pasajeros a Estados Unidos con cambios de billetes.
A falta de datos definitivos, Martínez Millán dijo que los viajeros "se han resistido a cancelar sus reservas hasta el último momento, pero ahora, que se ha definido la situación con el estallido de la guerra empezamos a recibir las primeras llamadas para anular viajes". El presidente de la asociación de agencias de viajes añadió que "quizá los que piensen que se trata de una guerra rápida, continuarán con sus planes de viaje para cuando despejen los nubarrones, pero para Semana Santa la suerte está echada".
Al igual que en las mismas fechas de 2002, periodo que todavía estaba afectado por los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001, el 5% o el 6% de españoles que hacen largos viajes en Semana Santa "se quedarán en territorio español y los extranjeros harán lo propio en sus respectivos países".
Añadido a la caída de la demanda, las agencias de viajes españolas se han comproetido a reembolsar al consumidor todas las cantidades adelantadas para la contratación de un viaje turístico si el traslado no pudiera realizarse por razones objetivas, prohibición oficial o cualquier otra circunstancia imposible de salvar, según informó ayer la Cúpula Asociativa de las Agencias de Viajes Españolas (CAAVE). En caso de que el consumidor aceptara voluntariamente otro viaje de calidad equivalente o superior, la agencia podría cambiar el destino del viajero sin pagos adicionales, en vez de devolver el dinero.
Perspectivas para el verano
Con respecto al verano, Martínez Millán dijo que "a estas fechas estaría vendido el 80%, pero la incertidumbre por el conflicto en Irak ha hecho que "estemos francamente por debajo de ese porcentaje", añadió. Pronosticó que la llegada de turistas en verano volverá a ser masiva, ya que España se ha convertido en un país "refugio", pero que los turistas "se apuntarán tarde y mal" y el resultado será que "saldremos perjudicados en el precio, ya que los ingresos podrían caer incluso más que el año pasado", cuando ya fueron más bajos que en el anterior.
José Eladio Seco, presidente AENA, el organismo que gestiona los aeropuertos españoles, destacó ayer "la total tranquilidad en los aeropuertos" y destacó la ausencia de incidentes y retrasos significativos a pesar del inicio de la guerra. Seco dijo que los aeródromos españoles registrarán un escenario similar al que ocurrió en la guerra del Golfo de 1991 con una bajada inicial de la demanda que se normalizará pasados unos meses. Por su parte, el presidente de la Unión Sindical de Controladores Aéreos, Juan María García Gil, aseguró ayer que el paso de los aviones estadounidenses por el espacio aéreo español con destino a Oriente Próximo no interrumpirá ni afectará al tráfico aéreo doméstico.
Las princiales aerolíneas estudiaron ayer sus estrategias comerciales a contro plazo. Así, Air France decidió cancelar sus vuelos a Israel y no descarta ampliar estas cancelaciones a otros países de la zona del conflicto. Air France es la tercera compañía que toma esta medida de suspender los vuelos a Israel tras Lufthansa y British Airways. La firma alemana anunciaba ayer la suspensión de sus vuelos a Israel y Oriente Próximo previstos para ayer y hoy. El pasado martes la aerolínea británica hacía lo mismo con respecto a Kuwait y ayer canceló los que se dirigían a Israel. Todas las aerolíneas han incrementado su nivel de seguridad en vuelo y en sus instalaciones. Las estadounidenses American Airlines y Delta aplican cambios de vuelos sin recargo. La española Spanair amplió el nivel de seguidad aplicando lo que se denomina nivel ámbar en sus vuelos y ha anulado el compromiso de total puntualidad con el cliente.
El sector hotelero también reaccionó ayer al conflicto anunciando que prevén una ocupación similar a la de la Semana Santa de 2002.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de marzo de 2003