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DOS VERSIONES SOBRE LA CONVERSACIÓN ENTRE AZNAR Y ZAPATERO | GUERRA EN IRAK | Un diálogo controvertido

Aznar: "Me dijo que no criticaría el envío de tropas"

Sólo hay un dato indiscutible. El miércoles, a las once de la noche, el presidente del Gobierno, José María Aznar, telefoneó al líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, para informarle de que el ataque a Irak era inminente. A partir de ahí, la duración de la conversación y su contenido no pueden ser más dispares: diez minutos, según Aznar; unos dos minutos, según Zapatero. Aznar entendió que el líder de la oposición se comprometía a no criticar el envío de tropas "porque hay que ser prudentes" al tratarse de soldados españoles. Zapatero asegura que manifestó su total oposición al desplazamiento de tropas. Las diferencias provocaron ayer una tormenta política.

José María Aznar, en los diez minutos que él recuerda que duró la conversación que mantuvo en la noche del miércoles con José Luis Rodríguez Zapatero, quedó tan contento de lo que él entendió que le decía el líder socialista que se lo transmitió esa misma noche a uno de sus colaboradores y se lo relató ayer a otro antes de coger el avión con destino a Bruselas. Aznar, según estos relatos, no tiene ninguna duda de que Zapatero le dijo, "de mottu proprio, que no había mencionado el martes en el Congreso la decisión del Gobierno de enviar tropas para ayuda humanitaria porque ésa es una decisión ya tomada y porque, al afectar a soldados españoles, es una cuestión en la que todos debemos ser prudentes". Según el relato que Aznar hizo a sus colaboradores, Zapatero llegó a decirle: "Presidente, ni entré en el asunto durante en el debate en el Congreso ni entraremos porque hay soldados españoles implicados".

Al llegar a Bruselas y ser informado de la rueda de prensa de Zapatero, Aznar concluyó "muy enfadado" que el líder de la oposición le "había mentido" y "había actuado, una vez más, con la irresponsabilidad y el oportunismo que le caracterizan".

El martes en el Congreso de los Diputados el presidente, los ministros y los principales dirigentes del PP quedaron "muy sorprendidos" cuando Zapatero evitó dedicar ni una frase de su intervención al anuncio de Aznar de cuál iba a ser la participación militar española en la guerra: utilización de las bases, y envío de tres buques y 900 soldados para ayuda humanitaria. "Ha sido todo un regalo", comentó un dirigente del PP.

La sorpresa se tornó "expectativa de consenso" cuando, tras su conversación telefónica, el presidente llegó a la conclusión de que ese asunto salía de la confrontación política. Le extrañó porque el PSOE lleva semanas anunciando su rechazo a la utilización de las bases. Pero como también le había extrañado el silencio del líder de la oposición el martes en el Congreso, Aznar optó, según las personas que hablaron con él, por suponer que había "un margen para el consenso". Y con esa percepción introdujo dos párrafos en su declaración institucional para invitar a "la aproximación y el acuerdo de futuro", sin pretender "que nadie renuncie a sus posiciones". En esa línea, según las mismas fuentes, Aznar sugirió en su conversación telefónica algún acuerdo a Zapatero para la "reconstrucción" de Irak, tarea en la que España confía en tener un papel relevante.

Después, tras escuchar la rueda de prensa del líder socialista, la conclusión de Aznar, según su entorno, es que Zapatero "prefiere mantener su alianza de pancarta con Llamazares en lugar de actuar como un político que quiere ser presidente".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de marzo de 2003