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GUERRA EN IRAK | Las movilizaciones de protesta

Dos millones de firmas contra la política de Aznar

El comienzo de la guerra desencadenó ayer concentraciones en toda España para protestar contra los bombardeos. Miles de ciudadanos se manifestaron en el centro de las grandes ciudades, como Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza y San Sebastián. En Castilla y León, la protesta junto a más de 32.000 personas, según fuentes policiales, en las nueve capitales de la comunidad. También fueron numerosas las concentraciones en Castilla-La Mancha, País Vasco, Extremadura y Baleares. En la capital de España, miembros de colectivos sociales, pacifistas, asociaciones de actores, sindicatos y organizaciones ciudadanas depositaron en el Registro del Congreso de los Diputados dos millones de firmas contra la guerra, recogidas en los últimos quince días en toda España.

Cientos de miles de ciudadanos se concentran en las capitales para rechazar el inicio de los bombardeos contra Irak

Los manifestantes reclaman la dimisión del presidente y censuran al Gobierno coreando gritos de "¡Asesinos!"

La Plataforma Cultura contra la Guerra denuncia que el Ejecutivo del PP se está manchando las manos de sangre

EN EL PARLAMENTO

Firmas por la paz

Poco antes de la doce de la mañana, algunos ciudadanos contemplaron asombrados cómo el presidente del Gobierno, José María Aznar, increpaba a un grupo de personas, tachándolas de irresponsables, a las puertas del Congreso de los Diputados. La sorpresa sólo duraba escasos segundos. Se trataba de un actor, mucho más alto que el presidente, con traje negro, zapatillas de deporte azules y coleta, que se había tiznado un bigote y que escenificaba junto a una docena de alumnos de la Real Escuela de Arte Dramático (Resad) un supuesto ataque de soldados estadounidenses a ciudadanos iraquíes. Ciudadanos que morían amontonados a las puertas del Congreso, cubiertos por banderas estadounidenses.

Los actores, unos con vestimentas árabes y otros con atuendos militares, llevaron a cabo el simulacro en medio de la concentración que minutos antes había comenzado en las escalinatas de la puerta principal del Congreso y en la que la Plataforma Cultura contra la Guerra presentó miles de folios, atados en unos dos centenares de paquetes, con las firmas, según fuentes de IU, de casi dos millones de ciudadanos recogidas en toda España durante las últimas semanas y en protesta contra la guerra.

Los miembros de la Plataforma vestían camisetas blancas con el logotipo "No a la Guerra", y la actriz Pilar Bardem leyó un manifiesto deplorando el ataque en el que denunció "las manos que se están manchando de sangre".

Por fin entre manifestantes y funcionarios de los grupos parlamentarios se formó una cadena humana que llegó hasta el Registro del Congreso, donde quedaron depositados los paquetes con las firma ciudadanas.

Durante la concentración se corearon con insistencia gritos de "No a la guerra", "Gobierno dimisión", "asesinos" y otros.

MADRID

60.000 ciudadanos llenan la Puerta del Sol

Madrid respondió con rotundidad al comienzo de la guerra. Unos 60.000 ciudadanos colapsaron la Puerta del Sol y las calles aledañas. La movilización, aunque no tan multitudinaria como las celebradas el 15 de febrero y 15 de marzo, fue mucho más ruidosa que las anteriores. La gente expresó su dolor y su indignación por la guerra gritando con más fuerza que nunca los consabidos lemas "¡dimisión!, ¡dimisión!" y "esto nos pasa por un Gobierno facha". Una vez más, los ciudadanos, liderados por los artistas, fueron los protagonistas, y los políticos, entre los que se encontraban el portavoz parlamentario socialista, Jesús Caldera, y el secretario general de CC OO, José María Fidalgo, se mantuvieron en segundo plano.

La poesía se impuso en la manifestación. En primer lugar, el cantante Luis Pastor recitó el poema Estos tiempos. Una de sus estrofas dice: "Tiempo de demócratas farsantes / Tiempo de horteras / Tiempo de pedantes". Una poeta iraquí leyó un poema a las madres de su país. Nuria Espert declamó Me llamarán, de Blas de Otero, y un texto de Neruda. El acto finalizó con tres impresionantes minutos de silencio, rotos de vez en cuando por gritos indignados de "¡asesinos!". Durante ese tiempo la gente puso las manos en alto, como en las concentraciones contra ETA.

BARCELONA

Gritos de dimisión

La plaza de Sant Jaume de Barcelona se quedó pequeña para albergar a la multitud que acudió al llamamiento de la Plataforma Paremos la Guerra frente a los ayuntamientos catalanes. A las siete de la tarde, con la plaza y sus accesos colapsados, un manto formado por 30.000 personas, formado entre las que se encontraban en la plaza y las dos manifestaciones de estudiantes que se dirigían hacia allí, levantó las manos en señal de indefensión y guardó un minuto de silencio en solidaridad con las víctimas iraquíes. El silencio se rompió con gritos de "¡Aznar dimisión!" y "¡Asesinos!". Otras 5.000 personas se concentraron frente a las sedes de los distritos de la ciudad.

Las consignas contra la guerra coreadas en las marchas de las últimas semanas fueron sustituidas ayer por insultos dirigidos a los gobernantes implicados en el conflicto y peticiones de dimisión contra José María Aznar. "Lo que no hemos podido lograr manifestándonos por culpa de la prepotencia del Gobierno lo lograremos en las urnas", aseguraba Maria Dolores, de 60 años. También el manifiesto leído ayer por la Plataforma Paremos la Guerra pide de forma expresa la dimisión del presidente del Gobierno central y, entre otras cuestiones, critica la utilización por parte del PP de los medios de comunicación públicos a favor de la guerra.

ANDALUCÍA

Concentraciones en todas las capitales

Entre 5.000 personas, según la Policía Local, y 15.000, según el Foro Social, se concentraron en la Plaza Nueva de Sevilla a partir de las ocho de la tarde para protestar y exigir la dimisión del Gobierno que preside Aznar. La marcha, en la que participó el presidente de la Junta de Andalucía, el socialista Manuel Chaves, se encaminó hasta la sede de la Delegación del Gobierno, situada en la Plaza de España. Las consignas más repetidas fueron las de "Solidaridad con el pueblo iraquí", "Sharon, asesino del pueblo palestino", "Yanki, necesitas jarabe vietnamita", "OTAN no, bases fuera" y "No a la guerra".

En Málaga, la Plataforma Málaga contra la Guerra reunió también a unas 5.000 personas en una concentración convocada de manera improvisada. Los manifestantes, al grito de "¡Aznar dimisión!", se dirigieron a las sedes del PP y de la Subdelegación del Gobierno, sin que se registraran incidentes. Las manifestaciones, con una asistencia media de unas 2.000 personas, se repitieron en el resto de capitales andaluzas.

COMUNIDAD VALENCIANA

Indignación contra el PP/l>

Decenas de miles de personas se congregaron por la noche en las plazas de las principales ciudades valencianas. En Valencia, la Campanya Valenciana contra la Guerra calculó que la plaza del Ayuntamiento se había llenado con una concurrencia de 10.000 a 15.000 personas. La Policía Local realizó una estimación de cerca de 5.000 personas. Los lemas más coreados fueron contra el PP. "¡Asesinos!", "PP, ilegalización" y "Aznar, dimisión" fueron repetidos una y otra vez. Unos lemas que se repitieron también en Alicante. Diez mil personas, según los convocantes, y 8.000, según la Policía Local, llevaron sus gritos frente a la Casa Consistorial.

En Castellón, alrededor de 3.000 manifestantes rodearon la Subdelegación del Gobierno, aunque la Policía Local rebajó la cifra a 500. En la protesta se repartieron lazos negros y se pidió que las fiestas patronales de la Magdalena que se inician mañana en Castellón muestren su duelo por el conflicto con Irak.

RESPUESTA DEL GOBIERNO

"Menos manifestantes"

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, declaró anoche en Bruselas que el número de manifestantes en las calles españolas contra la guerra se ha reducido con respecto a las del 15 de febrero gracias a la labor informativa del Gobierno, y aseguró que ella no se siente alejada "de las preocupaciones de la calle". "Yo también me considero la calle", afirmó. Palacio admitió que el Gobierno no supo comunicar bien a la sociedad en determinados momentos su posición ante la crisis iraquí, pero subrayó que ha cumplido escrupulosamente con la información que ha aportado al Parlamento y a la opinión pública. Añadió que los fallos de comunicación ya se han corregido y que "el esfuerzo de explicación" por parte del Ejecutivo ha servido para que las concentraciones de ayer fueran menos numerosas que las anteriores.

Información de Camilo Valdecantos, Fernando Pérez, Carlos E. Cué, Tereixa Constenla, Concha Monserrat y Peru Egurbide.

Información de Camilo Valdecantos, Fernando Pérez, Carlos E. Cué, Tereixa Constenla, Isabel Martínez y Concha Monserrat.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de marzo de 2003