Fuerzas estadounidenses y británicas comenzaron ayer tarde la ofensiva terrestre contra Irak con un intenso fuego artillero. Pasadas las cuatro de la madrugada de hoy (hora peninsular española), la cadena de televisión CNN ofrecía imágenes en directo de los tanques del legendario Séptimo de Caballería avanzando a toda velocidad en territorio iraquí sin hallar resistencia.
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A las siete de la tarde de ayer se reanudaron los bombardeos con misiles de crucero sobre Bagdad, pero no era todavía el comienzo del diluvio de fuego que se pronostica para derrocar a Sadam Husein. El Ministerio de Planificación fue pasto de las llamas. La ofensiva desde Kuwait fue protagonizada por miles de soldados, protegidos por tanques, que tienen como destinos Bagdad y Basora. Según medios kuwaitíes, tomaron la localidad portuaria de Um Qasr. El Ejército iraquí ha disparado ya 10 misiles contra Kuwait: 3 interceptados, 5 que cayeron en el desierto y 2 en el mar. Según algunas informaciones, cientos de soldados se entregaron sin combatir.
Fuentes israelíes aseguran que unidades británicas y de EE UU operan en el Oeste de Irak, desde donde Sadam podría lanzar misiles contra el Estado judío. En torno a las 2.30 de hoy, se registraron fuertes explosiones en Mosul, la ciudad más poblada del norte del país.
Cerca de las cuatro de la madrugada, el Pentágono confirmaba que un helicóptero CH-46 de transporte se había estrellado en Kuwait durante "operaciones vinculadas a la guerra". Poco después llegaba el parte oficial de bajas: se daba por muertos a 12 militares norteamericanos y 4 británicos. Las primeras en el bando aliado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de marzo de 2003