El presidente del Parlament, Joan Rigol, leyó ayer una declaración adoptada por mayoría por la Junta de Portavoces del Parlament, en la que a propósito de la situación en Irak expresa un "rotundo" rechazo de la guerra y a la utilización de la fuerza para la resolución de conflictos. La declaración invita a los ciudadadanos de Cataluña a "continuar alzando la voz contra la guerra y en favor de la paz". El PP no apoyó esta declaración.
El diputado conservador Alberto Fernández Díaz acusó al presidente del Parlament de no haber intentado un acuerdo con el PP. Fernández defendió la actuación del Gobierno de Aznar en la crisis de Irak y acusó a los demás grupos de instalarse o bien en el "oportunismo" y el "electoralismo" o bien en una "equidistancia" que, a su juicio, es imposible en esta situación.
La declaración fue leída en una sesión extraordinaria de la Junta de Portavoces a la que asistieron también dos miembros del Gobierno catalán, los consejeros Artur Mas y Josep Maria Pelegrí, y los presidentes de todos los grupos parlamentarios, excepto el socialista Pasqual Maragall, que delegó en su portavoz, Joaquim Nadal.
Maragall decidió no acudir debido a que CiU y PP rechazaron la petición de los grupos de izquierda para que el Parlament celebrara un pleno extraordinario sobre la situación internacional.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de marzo de 2003