Los dos encarcelados en favor de los cuales Manuel Ramírez meidó ante el Ministerio del Interior cumplen condena de cuatro años de cárcel, cada uno, por su implicación en la llamada Operación Pitón. Son los hermanos Manuel y Antonio Jesús Pérez Montiel, de Monte Algaida, un núcleo urbano dependiente del Ayuntamiento de Sanlúcar.
Como resultado de las investigaciones, la Audiencia Nacional dictó penas de cárcel para 19 procesados acusados de introducir hachís a través de la costa andaluza para su posterior distribución por España, Italia y Holanda. La operación supuso, a principios de los años noventa, un duro golpe para las bandas organizadas con actividad en Sanlúcar de Barrameda y Sevilla.
Aquella intervención, sin embargo, no logró desmantelar las redes afincadas en la zona. El pasado año, el escenario de Sanlúcar volvió a aparecer en los medios informativos por la llamada Operación Manzanilla, desarrollada por el juez del número 3 de la vecina localidad de El Puerto de Santa María, Miguel Ángel López Marchena.
Después de más de dos años de investigación, con la participación de la policía y la Guardia Civil, López Marchena emitió un auto en el que figuraban hasta 140 imputados por delitos de tráfico de droga y blanqueo de dinero. Se trataba de una vasta red que tenía a Sanlúcar como uno de sus centros operativos.
Las pesquisas desvelaron la capacidad de penetración de estas organizaciones. Sus tentáculos alcanzaron a la propia Comisaría de Policía de Sanlúcar. Dos funcionarios de este cuerpo aparecieron en la lista de imputados.
Hoy, la Federación Provincial de Asociaciones Antidroga advierte de la situación. Su secretario, Francisco Mena, llama la atención sobre "la fuerza" adquirida en Cádiz por las redes de narcos, y cita los casos de Sanlúcar y Chipiona, donde "no existen asociaciones de lucha contra la droga".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de marzo de 2003