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La bronca de Luis al árbitro

"He hablado con el árbitro, no le he recriminado", aseguró Luis Aragonés, el técnico rojiblanco, tratando de explicar el porqué de su singular comportamiento nada más acabar el primer tiempo. Fue pitar el árbitro y salir Luis de la zona marcada con cal de su banquillo, acercarse con paso apresurado a Turienzo Álvarez y, con la cara enrojecida y los labios agitándose arriba y abajo, decirle lo poco que le estaba gustando su actuación. Luis acompañó al colegiado hasta los vestuarios dándole golpes en el brazo y sujetándole. El público, entonces, empezó a pitar contra Luis y a llamarle "maleducado".

"Ha sido un penalti de libro y cuando hay un penalti tan claro..., pero yo no hablo de estas cosas", decía con mucha seguridad Luis.

La exasperación del preparador rojiblanco con la actuación de Turienzo llegó a su cima en el descanso, pero antes ya se le había visto inquieto revolverse cerca del banquillo, protestando, por ejemplo, una amarilla a Jorge.

Luis sí quiso hablar de la "falta de gol" de su equipo y la achacó a "la inexperiencia" de sus delanteros y "su juventud". "Nos hacen falta un montón de ocasiones para hacer un gol y, además, nos precipitamos mucho en el último pase", explicó el preparador. "La gente nuestra de arriba es joven y a definir se aprende", comentó el técnico en referencia a las claras ocasiones falladas por Fernando Torres o Luis García. Pero Luis estaba"satisfecho". Igual que Gustavo Benitez, que estimó que el partido "podía haberlo ganado cualquiera".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de marzo de 2003