Leemos con asombro desde Perú que España es uno de los pocos países que respaldan a EE UU en esta guerra.
Por fin volvemos a ser un país grande y poderoso con capacidad de decidir sobre el futuro de otros pueblos. Esperamos impacientes el regreso de Pizarro a Latinoamérica para imponer de nuevo nuestros criterios.
Gracias, Aznar, por hacernos sentir vergüenza de ser españoles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de marzo de 2003