Tropas estadounidenses de la tercera división de infantería, que se encuentran en Nayaf, a unos 160 kilómetros al sur de Bagdad, hallaron una gran fábrica de armas químicas, según informó ayer la periodista Caroline Glick, del diario israelí Jerusalem Post, que viaja con esa unidad. Se trata, al parecer, de un complejo de varios edificios distribuidos en 40 hectáreas y vallado con alambre. El responsable de la fábrica y 30 soldados se rindieron sin presentar resistencia siguiendo los procedimientos habituales.
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La cadena de televisión estadounidense Fox se apresuró a dar la noticia, indicando que podría tratarse de la prueba del arsenal prohibido de Sadam Husein. Un portavoz anónimo del Pentágono se limitó a decir: "Hay que creer a esa gente que está sobre el terreno", pero no aportó información de si se trata de un almacén o una fábrica con armas o en desuso. Más tarde, otro portavoz del Ministerio de Defensa estadounidense en Washington, dijo: "Es prematuro hablar del descubrimiento de armas químicas".
Por otra parte, los británicos descubrieron un arsenal de misiles y ojivas en tres escondites cerca del helipuerto de Az Zubaya, en el suroeste de Basora. Diez misiles de fabricación rusa, a los que los iraquíes llaman Al Hareth, además de nueve ojivas, fueron requisados en el interior del búnker. En las cajas se leía la inscripción Al Hareth 2002, además de otras palabras en cirílico. Esto indica que Irak ha seguido comprando armas a Rusia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de marzo de 2003