La portavoz de la Organización Profesional de Editores de Música, Daniela Bosé, explicó ayer a los diputados que integran la subcomisión del Congreso sobre piratería que España es en estos momentos, muy posiblemente, un país exportador de grabaciones ilegales de música a países como Marruecos o Francia. El fenómeno "no tiene vuelta atrás", en algunos países de Asia, en Polonia o Alemania, algunos comercios establecidos se han tenido que dedicar a vender copias ilegales para "sobrevivir", explicó Bosé. José Manuel Tourné, de la Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual de la Obra Audiovisual y de la Unión Videográfica Española, y Francisco Arteche, de la Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento, destacaron que, aunque la ley puede mejorarse, el mayor problema se presenta en su aplicación, tanto respecto a unas fuerzas de seguridad "desbordadas" como a los frecuentes problemas procesales que se presentan desde el poder judicial (por ejemplo, para acordar medidas cautelares como escuchas o registros).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de marzo de 2003