"Incluso la guerra tiene límites". Impresa en enormes letras rojas sobre la fotografía en blanco y negro de niños sucios, heridos y mal nutridos, la frase da la bienvenida a la entrada del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en la ciudad de Kuwait. Es explícita. Al lado de este cartel, otro no menos angustioso por la mirada de desesperación que refleja la mujer de la fotografía. En este caso lanza la siguiente pregunta: ¿Importan las reglas en una guerra? Para el CICR importan. Y mucho. Según el mandato del CICR, deben respetarse los derechos más básicos de la población, se halle bajo el fuego que se halle. Derechos básicos como el acceso al agua. Como la electricidad. Como la comida.
La principal planta potabilizadora dejó de funcionar el viernes por falta de electricidad
Basora es escenario de sangrientos ataques que han dejado decenas de civiles muertos
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"La población de Basora se enfrenta a un desastre humanitario si se queda sin agua y sin electricidad", aseguraba ayer Fouad Bawaba, delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja en Kuwait. "Estamos ante una situación de emergencia. El suministro debe restaurarse de inmediato", continuó Bawaba a la vez que afirmó no saber las razones por las que se había interrumpido. "Pero la situación es límite", recalcó. Tanto que para Unicef nada menos que la vida de 100.000 niños menores de cinco años que viven en Basora corre peligro si se desatan epidemias.
Con temperaturas que en los próximos días pueden llegar a alcanzar los 40 grados centígrados, la necesidad del abastecimiento de agua en una ciudad de 1,3 millones de habitantes está fuera de cuestión para el CICR. "Una ciudad de ese tamaño no puede sobrevivir sin agua potable ni luz mucho tiempo y a la falta de agua se unirán enfermedades de todo tipo", informó el representante del CICR. La principal planta potabilizadora de agua de Basora, Wafa Al Qaed, dejó de funcionar el viernes por la falta de suministro eléctrico. A pesar de que otras plantas asumen el 40% de las necesidades de abastecimiento, la calidad del agua es cada vez más pobre y roza límites insoportables para la salud, según el CICR. Bawaba aseguró ayer que el CICR esperaba obtener un paso seguro para llegar hasta la planta y repararla. "Nuestro equipo en Kuwait está preparado para entrar en Irak. Pero no podemos entrometernos en un territorio en el que hay abiertas hostilidades. Necesitamos que las fuerzas de la coalición nos despejen el territorio. Estamos siendo muy persistentes ya que tenemos que acceder a la población lo antes posible", puntualizó Bawaba.
En el quinto día de la Operación Libertad Iraquí, ayer se seguían produciendo duros enfrentamientos entre las tropas de EE UU y el Reino Unido y las iraquíes en el sur del invadido país. Basora, de mayoría shií, seguía siendo bombardeada por parte de los anglo-norteamericanos, según Al Yazira, que mostraba imágenes de columnas de humo que se elevaban sobre la segunda ciudad del país en población.
"Hay bombardeos en la zona oeste de la ciudad", declaró el corresponsal de la cadena, según el cual, los ataques con artillería se estaban produciendo cerca del puente de Al Zubeir, donde desde el domingo se enfrentan ambas fuerzas. En cuanto a las columnas de humo, la cadena de información continua en árabe indicó que podría tratarse de pozos de petróleo incendiados, pero no especificó más datos. Desde el sábado, Basora está siendo escenario de sangrientos bombardeos que han dejado decenas de muertos civiles. Decenas de cadáveres reventados por las bombas norteamericanas, según mostró Al Yazira.
Alrededor de Basora, las tropas americanas y británicas están desarrollando lo que fuentes militares en Kuwait denominan como un "asedio de baja intensidad". Las tropas rodean la ciudad, pero no la toman con la esperanza de que puedan entrar pacíficamente. Mientras tanto, a los habitantes se les permite entrar y salir siempre que se sometan a intensos controles. Los civiles iraquíes que ayer seguían abandonando la ciudad describían la situación en el interior como "tensa", pero "sin cambios", con soldados de EE UU y Reino Unido fuera y las fuerzas de seguridad iraquíes dentro.
El Ejército de EE UU se está moviendo hacia el norte de Irak muy rápido. Pero deja atrás una retaguardia con complicaciones. No sólo en Basora. El estratégico puerto de Um Qasr está lejos de ser controlado. Y es básico para que la coalición angloamericana pueda asegurar a través de él la ayuda alimentaria y los productos de primera necesidad que deben llegar al sur de Irak.
Ayer, marines británicos eran desplazados al puerto de Um Qasr con la esperanza de que su experiencia en el Ulster en guerra de guerrillas urbanas podría hacer que acabasen de raíz con la resistencia iraquí que les hace frente. El capitán Rick Crevier aseguró que una mezcla de milicias de muyahidin, tropas de infantería y luchadores de la Guardia Republicana seguían plantando batalla en Um Qasr. Esta batalla seguía abierta tres días después de que tanto el Ejército de EE UU como el británico aseguraran tener el puerto tomado. "Al menos siguen resistiendo 100 hombres", aseguró Crevier. "Los británicos tenemos técnicas que ya han sido usadas en Irlanda del Norte en cuanto a control urbano. Todo irá mejor ahora que hemos llegado", sentenció.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de marzo de 2003