Los ministros de Exteriores de los 22 países de la Liga Árabe, reunidos en El Cairo, condenaron ayer la invasión de Irak e instaron al Consejo de Seguridad de la ONU a reunirse urgentemente para detenerla. El comunicado final, que tilda de "ilegítima" la guerra, no fue firmado por Kuwait, que presta su territorio para la invasión de Irak.
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La reunión estuvo, no obstante, muy lejos de expresar la cólera de las poblaciones árabes. Desde el viernes se han producido enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas antidisturbios en Egipto, Jordania, Líbano, Bahrein y Mauritania. Las marchas expresan su disgusto con sus propios Gobiernos y su solidaridad con los palestinos. Los más importantes regímenes prooccidentales, los de Egipto, Jordania y Arabia Saudí, temen que la prolongación del conflicto multiplique y radicalice esas protestas.
Más de 40 millones de árabes, desde Marruecos al Golfo, se están informando de esta guerra por el canal qatarí por satélite Al Yazira, que ya ha dado importantes exclusivas desde Irak. Se sienten indignados por las imágenes de los bombardeos de Bagdad y de sus primeras víctimas civiles y comienzan a galvanizarse por la resistencia iraquí y las primeras bajas y prisioneros de las fuerzas aliadas.
Naji Sabri, el ministro de Exteriores iraquí, que logró salir de su país para participar en la cumbre, dijo ayer sus colegas: "Las masas árabes esperan que sus Gobiernos adopten una firme e histórica posición contra esta agresión".
Críticas a Kofi Annan
La posición de la Liga Árabe, como es habitual, fue más bien retórica. Los Gobiernos de Egipto, Jordania y Arabia Saudí le reiteraron a EE UU que esta vez no pueden contar con ellos, o al menos, no de modo abierto. Y los de países rebeldes, como Siria, Líbano y Libia, se desfogaron. Abdelsalam Tikri, jefe de la diplomacia libia, aplaudió la "heroica resistencia iraquí" y dijo: "La bandera norteamericana no puede ondear sobre Bagdad". El libanés Mahdud Hamud acusó a Koffi Annan de "colaborar con la agresión" por haber ordenado la retirada de los inspectores de la ONU y pidió que el Consejo de Seguridad exija a norteamericanos y británicos que se retiren de Irak. Ésta fue la posición adoptada en el comunicado final.
La imagen de Estados Unidos, muy dañada por su doble rasero en el conflicto israelo-palestino, está por los suelos en el mundo árabe. "Estados Unidos perderá la guerra", escribe el diario cairota Al Wafd. "Aunque gane en los frentes de batalla, la ha perdido en los terrenos político, social y económico". Es de lo más suave que puede leerse en árabe. Para Al Quds Al Arabi, publicado en Londres, "las armas de destrucción masiva de América están pulverizando a los hijos de Irak y sus infraestructuras, en una guerra de genocidio sin precedentes en la historia". El diario oficialista sirio Al Thawrah denuncia que "la agresión contra Irak abre las puertas al odio y la cólera".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de marzo de 2003