Les escribo aún asustada por los peligros que vi pender sobre las cabezas de miles de madrieños el pasado sábado, cuando sobrevoló la Gran Vía un helicóptero a muy baja altura. Como había manifestación, las calles estaban abarrotadas con lo cual, si el helicóptero hubiera caído, no quiero ni pensar en qué cantidad de víctimas se hubiera producido. Si mal no recuerdo, el sobrevuelo de Madrid está prohibido. No sé por qué se saltan esta prohibición.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de marzo de 2003