El día 20 de marzo de 2003 nació, en Valencia, L., una niña de unos 3,400 kilos más o menos, por obra y gracia, básicamente, de R. y F. y con la ayuda de la naturaleza y la ciencia. Pocas horas antes, había comenzado una guerra al otro lado del Mediterráneo. Dicen que la verdad siempre tiene dos caras. Lo que a mí me gustaría es que cuando L. (si quiere) tenga una hija/o, sea en un mundo donde esas dos caras que, dicen, tiene la verdad dirimiesen sus diferencias por medio de la palabra, usando la fuerza de la razón frente a la (sin)razón de la fuerza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de marzo de 2003