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Reportaje:

Como conejos en una madriguera

La Guardia Civil sorprende a 26 rumanos escondidos en un 'zulo' de una fábrica de Toledo en la que trabajaban

Agazapados como conejos en una madriguera. Así se encontró la Guardia Civil a 26 inmigrantes ilegales rumanos en un pequeño pasillo de medio metro de ancho que servía como escondite en una fabrica textil de Alcaudete de la Jara (Toledo). Una doble pared, en la que en fila, agachados uno detrás de otro, y a oscuras, esperaban que los agentes se fueran sin descubrirlos. El zulo tenía forma de l: el extremo largo medía 7,2 metros y el corto 4,5 metros.

"No había una situación de esclavitud", ni "una explotación exagerada" porque, según el portavoz de la Guardia Civil en Castilla-La Mancha, José Luis González Capilla, cobraban el mismo sueldo que el resto de los trabajadores, aunque no estaban dados de alta en la Seguridad Social. La propietaria de la fabrica, M. E. F. S., de 41 años y nacionalidad española, fue detenida por un presunto delito contra el derecho de los trabajadores.

La operación se inició en el mes de enero cuando la Inspección de Trabajo y la Guardia Civil tuvieron conocimiento de que se podría haber empleado a este grupo de trabajadores. Después de varias comprobaciones y con la orden de entrada y registro, se montó una operación de vigilancia en la que comprobaron que en la fabrica entraban todos los trabajadores: el grupo de 26 inmigrantes ilegales rumanos, de entre 20 y 35 años, y otros 16 operarios que sí estaban contratados.

Pero cuando los agentes entraron en la empresa comprobaron que la mayoría de los puestos de trabajo, unas 80 máquinas, estaban desocupados. Tapada con unas cajas vacías hallaron la entrada al zulo en el que se escondían los inmigrantes rumanos.

Desde la patronal del textil, el presidente de la Federación Española de Empresas de Confección, Pablo García, asegura que esto es sólo "la punta del iceberg". Patronal y sindicatos llevan varios meses denunciando la utilización de "mano de obra ilegal, en talleres ilegales, y sobre todo de procedencia asiática".

En Castilla-La Mancha se ha constituido una comisión con representación de empresarios, sindicatos y la Administración regional, en la que se estudia denunciar en bloque ante la Inspección de Trabajo cualquier indicio de delito en este sentido.

CC OO felicitó ayer a la Guardia Civil y a la Inspección de Trabajo, a los que pidió "que mantengan el celo porque hay muchas más empresas en las mismas circunstacias". En este mismo sentido, UGT condenó la actuación de mafias que traen trabajadores a España saltándose todas las normas laborales e incluso humanitarias".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de marzo de 2003