Tras darse cuenta de que los científicos más prestigiosos de su departamento de investigación y desarrollo seguían trabajando después de la jubilación, la empresa Procter & Gamble tuvo la idea de contactar con otras grandes firmas que tenían necesidades en esta área. Ahora, cuatro empresas están formando una red de científicos jubilados que pueden ser contratados por éstas durante periodos cortos y que en julio se convertirán en una entidad independiente. Los científicos salen normalmente de Procter & Gamble entre los 55 y los 60 años con bastante dinero en acciones y buenas pensiones, pero "quieren seguir trabajando por el desafío intelectual y el restablecimiento de las relaciones personales", según Michael H. Brock, un directivo de esta empresa que está supervisando la iniciativa.
La citada empresa lleva tiempo atrayendo de vuelta a científicos e ingenieros para proyectos y problemas concretos, pero ahora ha decidido buscar más allá de sus propios ex empleados. Al no poder aumentar los gastos de I+D, la empresa, basada en Cincinnati, está cambiando de estrategia y quiere pasar del 80% de desarrollo interno de nuevos productos actual a sólo un 50%. El resto se haría fuera y el establecimiento de esta red de personal con experiencia y prestigio es parte de esta estrategia.
En el primer año participarán en la iniciativa unos 200 jubilados de seis empresas, con la idea de aumentar el número en 10 o 12 empresas cada año y llegar a la participación de 4.000 jubilados. "Una vez que funcione y la gente empiece a ver las ventajas, creo que esto va a ser un polo de atracción", afirma Brock. "Las empresas van a querer participar".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de marzo de 2003