El departamento de Defensa norteamericano no es el único organismo del Gobierno que mantiene proyectos de inversión global en el sector privado. La agencia de espionaje CIA creó en 1999 la sociedad inversora In-Q-Tel en Silicon Valley para gastarse anualmente 35 millones de dólares en compañías de tecnologías de seguridad. El pasado año, la mitad de las empresas salidas a Bolsa en Silicon Valley tenía contratos con el Gobierno. En cuatro años, In-Q-Tel ha invertido en más de 30 empresas. El el sitio de In-Q-Tel se especifican las condiciones que deben cumplir las propuestas y los compromisos que adquirirá la agencia si el contrato se firma. En el sitio se afirma que para ahorrar tiempo, sólo se ponen en contacto con las compañías que han presentado un proyecto interesante.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de marzo de 2003