Las diferencias del entrenador del Deportivo, Javier Irureta, con algunos de sus futbolistas volvieron a derivar ayer en un incidente subido de tono. Según reveló anoche la cadena SER, Irureta y uno de los hombres con más peso en la plantilla, Víctor, se enzarzaron en una violenta discusión en el vestuario que forzó a intervenir a sus compañeros para separarlos. Irureta había amonestado a Víctor por criticar públicamente su planteamiento en el partido del domingo ante el Madrid, que el Depor perdió por 2-0.
Víctor salió el domingo enfurecido del Bernabéu. Había vuelto a ser suplente, como diez días atrás frente al Juventus, en otro partido de gran relieve. Y descargó su cólera contra Irureta sin miramientos: "Yo empecé en el Madrid y allí me enseñaron que hay que salir siempre a ganar. Nosotros no hemos salido a ganar. Nos han ganado andando".
El entrenador ya había mostrado ante la prensa su malestar por las palabras de Víctor, pero Irureta y su futbolista no se habían encontrado cara a cara desde el domingo. Coincidieron en el vestuario ayer por la mañana, antes de comenzar el entrenamiento, y la tensión se desató. Irureta se dirigió al jugador para reprocharle sus críticas en público. Víctor le replicó y dio paso a una discusión muy subida de tono. Por un momento, los testigos de la disputa temieron que ambos llegasen a las manos y decidieron intervenir. El portero Molina y el preparador físico, José Ángel Franganillo, les separaron y pusieron fin al incidente. Luego el equipo, incluido Víctor, entrenó con normalidad.
La reyerta en pleno vestuario llega pocos días después de que el presidente del club, Augusto César Lendoiro, declarase públicamente su intención de renovar el contrato de Irureta, que cumple su quinta temporada en A Coruña. Desde semanas atrás, el entrenador había empezado a hacer insinuaciones públicas sobre su deseo de poner fin a su largo ciclo en el Deportivo. El técnico aludió tácitamente a la actitud de una parte de la plantilla, con la que siempre ha mantenido tensas relaciones. Hace poco, Luque también censuró ante la prensa algunas decisiones del entrenador, y Tristán ha protagonizado varios desplantes al técnico en el momento de ser sustituido.
En los últimos años, Irureta ha encajado con discreción las protestas más o menos airadas e incluso las disputas violentas con sus jugadores, como un amago de cabezazo en pleno entrenamiento del brasileño Djalminha. Pero todo hace indicar que se le está agotando la paciencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 27 de marzo de 2003