El macrojuicio que se celebra en la Audiencia de Alicante contra diez empresarios por el caso Ardystil -síndrome laboral por inhalación de productos tóxicos en fábricas de aerografía textil de L'Alcoià-, continuó ayer con la declaración de tres controladores laborales. Uno de ellos manifestó que la Inspección conocía, un año antes de declararse el síndrome, que la factoría estaba operativa. La declaración de este funcionario desmonta, por tanto, la tesis sostenida por la defensa del inspector A. O. H., imputado junto con los diez titulares de las industrias donde se originó la enfermedad. El inspector mantiene que Ardystil estaba inactiva. Esta versión contrasta con la del agente laboral que declaró ayer. "Fui para comprobar si había trabajadores asegurados. Allí, estaban pintando con pistolas las telas". Al día siguiente de la actuación, según dijo, mantuvo una conversación con el inspector A. O. H., en la que le informó de que Ardystil funcionaba. Durante la vista oral, también declararon los dos controladores que efectuaron visitas en julio y septiembre de 1990, respectivamente. Ambos corroboraron el argumento del inspector al asegurar que, durante esa fecha, en la factoría "no se apreciaba que allí hubiese actividad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de marzo de 2003