Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Argentina levanta el 'corralón' bancario, que retiene más de 6.000 millones de dólares

La nueva medida normaliza el sistema financiero y beneficia a 400.000 ahorradores

Roberto Lavagna, ministro de Economía de Argentina, anunció ayer la liberación de los depósitos a plazo fijo que aún se hallan retenidos en el denominado corralón bancario. La medida, que supone la eliminación del último de los cerrojos que pesan sobre la libre disponibilidad del dinero desde finales de 2001, beneficia a unos 400.000 ahorradores que poseen depósitos por 18.000 millones de pesos (unos 6.000 millones de dólares). Los bancos pagarán dos terceras partes de esa deuda, mientras que el Estado emitirá un bono en dólares por el 33% restante.

El Gobierno argentino anunció ayer, a través del ministro de Economía, Roberto Lavagna, la liberación de los depósitos bancarios congelados desde febrero de 2002 en el llamado corralón financiero, después de la devaluación del peso que acabó con la convertibilidad, la paridad uno a uno con el dólar. La medida beneficiara a unos 400.000 ahorradores y el monto a devolver asciende a 18.000 millones de pesos (6.000 millones de dólares).

Era una decisión que estaba cantada desde hacía días, después de que la Corte Suprema abriera la puerta el pasado 5 de marzo a la devolución en dólares de los depósitos pesificados. Tras poner fin al corralón, el Gobierno se dispone a unificar la moneda en todo el país, eliminando los distintos bonos o "cuasi-monedas" emitidas por 11 gobiernos provinciales y el Ejecutivo nacional. Todas ellas son medidas exigidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el acuerdo que firmó con Argentina en enero pasado.

El mensaje que trata de enviar a sus conciudadanos y al mundo el Gobierno del presidente Eduardo Duhalde es que Argentina camina con paso firme hacia la normalización, después de una larga turbulencia económica y una más que prolongada recesión. Y lo hace cuando las elecciones están a la vuelta de la esquina (el 27 de abril próximo), y en medio de la mayor incertidumbre sobre quién será el próximo presidente.

Dinero en efectivo y bonos

El ministro Lavagna dijo que se levantarán instantáneamente las restricciones a los plazos fijos hasta 42.000 pesos (30.000 dólares originales), que podrán ser cobrados a través de una combinación de efectivo en pesos ajustados y bonos en dólares. Las colocaciones de hasta 100.000 dólares se cobrarán en 90 días y las superiores a este monto deberán esperar 120 días. En estos dos últimos casos, los depositantes podrán recuperar sus fondos a través de plazos fijos de libre disponibilidad en los bancos.

El proyecto de ley para la liberación del corralón prevé que el coste del pago de los depósitos congelados corresponderá a los bancos y al Estado en la siguiente proporción: las entidades de crédito pagarán en efectivo a un tipo de cambio de 1,40 pesos por dólar más el ajuste del Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), que calcula la inflación, mientras que el Estado cubrirá con un bono la diferencia hasta el tipo de cambio en el mercado libre (ayer cerró a 2,88 pesos por dólar). Según Lavagna el coste de la operación para el Gobierno, si todos los depositantes retiran sus fondos, será de 2.800 millones de dólares, aunque precisó que dicha cifra se calculó a un tipo de cambio de 3,05 pesos por dólar. El ministro no ocultó su preocupación por la caída del dólar en los últimos días ("no nos gusta este movimiento brusco hacia abajo"), y adelantó que el Banco Central adoptará todas las medidas necesarias para controlar la divisa estadounidense.

El Gobierno confía ahora en que se detenga la cascada de recursos de amparo contra el corralón, porque, según dijo Lavagna, "pierden atractivo, ya que van a resultar más caros que retirar el dinero".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de marzo de 2003