Nueve militares colombianos murieron ayer en un campo de minas en una celada tendida por la guerrilla izquierdista de las FARC cerca del municipio de Aracataca, a unos 900 kilómetros de Bogotá. Los siete soldados, el oficial y el suboficial muertos pertenecían a un batallón de vigilancia de vías.
Un portavoz militar explicó que una patrulla de esa unidad recibió una llamada anónima que alertaba sobre la presencia de un vehículo cargado con explosivos. Cuando llegaron al lugar el campo estaba minado y las explosiones se activaron a distancia. El atentado se ha atribuido al frente 19 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la más antigua y numerosa guerrilla del país. Se ha iniciado la investigación administrativa y penal correspondiente, según el Ejército.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de marzo de 2003