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La resistencia iraquí obliga a EE UU a movilizar 100.000 soldados más

La resistencia iraquí y los síntomas de que la guerra de Irak no será corta forzaron ayer a George Bush a anunciar que las fuerzas norteamericanas y británicas se tomarán "todo el tiempo que haga falta para vencer", porque lo que está en juego "no es una cuestión de calendario, sino de victoria".

En aparente respuesta a las dificultades a las que debe hacer frente el avance aliado, el presidente de EE UU ha ordenado un despliegue adicional de tropas, hasta 100.000 a lo largo del mes de abril, con lo que se duplicará la actual fuerza invasora.

Los paracaidistas desplegados en el frente norte toman una base militar en el Kurdistán

El ministro de Defensa de Irak cree que Bagdad "estará rodeada en un plazo de 7 a 10 días"

Bush dice que la guerra durará "lo que sea necesario" para derribar a Sadam Husein

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Ayer dimitió uno de los principales defensores de la guerra, Richard Perle, jefe de asesores del Pentágono, sin que el motivo esgrimido, un conflicto de intereses, tenga relación directa con las malas noticias que llegan desde el frente.

Ocho días después de que comenzase la guerra, la estrategia iraquí se basa en las acciones de guerrilla de los milicianos en el sur del país y en el reagrupamiento de las divisiones de la Guardia Republicana para dificultar el asalto a Bagdad.

Los aliados acaban de abrir el frente norte con un millar de paracaidistas, luchan en el sur -Basora y Nasiriya- y se preparan para librar una dura batalla en Kerbala, a 90 kilómetros de la capital. La Tercera División de Infantería de EE UU se enfrentará allí a la División Medina de la Guardia Republicana. El ministro de Defensa de Irak, Sultan Hashim Ahmed, cree que el cerco de Bagdad se completará en 7 o 10 días. Entonces llegará, dice, una lucha de meses calle por calle.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de marzo de 2003