La Fundación Antonio Gala de Córdoba inauguró ayer una exposición del pintor y escultor Antonio Villa-Toro (1949, Castro del Río, Córdoba). Bestiario es una muestra compuesta por 30 cuadros y 20 esculturas de hierro y piedra caliza, algunas policromadas, que emanan de los cuadernos de viajes del autor durante sus dos años de residencia en Masai-Mara (Kenia). El título y las obras reflejan la naturaleza selvática africana con cebras, estrellas marinas o jirafas que son mezcladas con cabezas humanas, fundamentalmente de mujer. La mayoría de lienzos son al óleo, aunque algunos recogen técnicas mixtas, con resinas o pan de oro.
Villa-Toro dijo ayer que "es un paréntesis" en el campo de la abstracción, terreno habitual de un autor centrado en lo plástico y que de vez en cuando recupera la escultura. El autor precisó que África es una "fuente inagotable de creación", algo que también observó cuando dio clases a jóvenes creadores en Jartum (Sudán). Allí le llamó la atención un "admirable" sentido del color, que ha plasmado en esta muestra.
La exposición, abierta hasta finales de abril, ha sido realizada en exclusiva para la Fundación Antonio Gala. El catálogo de la exposición ha sido la primera publicación de la fundación, en la que residen jóvenes artistas dedicados nueve meses a la creación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de marzo de 2003