No sonaron las alarmas aéreas. Sólo se oyó una enorme explosión en el centro de la ciudad que se transmitió a los cristales de las casas más cercanas. Se levantó una enorme columna de humo. Eran casi las dos de la madrugada hora local (casi medianoche en la España peninsular) cuando la capital de Kuwait se despertaba bajo una nueva amenaza.
Según fuentes policiales, la explosión se debió a un misil lanzado por Irak que cayó muy cerca de uno de los más populares centros comerciales, Souq Sharq, en el sur de la ciudad. Provocó importantes daños, pero no muertos o heridos. A esa hora, el centro se encontraba vacío aunque, en pocos minutos, se llenó de curiosos.
Desde que comenzó la guerra hace más de una semana, entre 15 y 20 misiles procedentes del vecino Irak han sido interceptados o han caído, inofensivos, en el mar o el desierto. Las alarmas áereas han sonado, al menos, en un número doble al de los misiles interceptados, pero no anoche. Fuentes militares aseguraban hace unos días que, cuando se estima que el cohete enemigo va a caer en zona deshabitada no se utilizan los misiles antimisiles Patriot por un motivo tan simple como su precio: casi medio millón de euros. De ser cierto, anoche hubo un error de cálculo que pudo resultar trágico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de marzo de 2003