El seleccionador, Iñaki Sáez, salió un poco molesto del estadio Olímpico de Kiev. Creyó que España tenía el partido en la mano, pero se le escapó. Entonces admitió que el suyo es un equipo limitado, apto para resolver situaciones, afrontar problemas y rivales distintos. Pero muy lejos de cautivar. "Me voy con mal sabor de boca", comentó con una sonrisa; "hicimos unos 15 últimos minutos impresionantes y podríamos haber ganado de no ser porque cometimos un error al final. Permitimos que ellos sacaran tranquilamente de banda sin que nadie de los nuestros marcase al que recibía la pelota".
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"Estoy contento precisamente porque un partido no siempre es igual", dijo Sáez; "el contrario no siempre lo es y a veces te mete un gol. A nosotros nos lo han metido porque hemos cometido dos errores importantes en la primera parte. Primero, hemos conducido más de lo normal y eso ha propiciado perder el balón en el centro campo, permitiendo que Ucrania explotara sus pases largos. Segundo, no hemos tenido profundidad. Luego, en la segunda parte hemos movido mucho el balón y ellos no han podido atender todos los frentes".
Sáez se mostró satisfecho con los logros del trabajo minucioso, esas pequeñas ventajas que obran la estrategia y los cambios tácticos. Por ejemplo, la entrada de Valerón. Según el técnico, el media punta canario no es un futbolista al que ayude el físico, y por ello hay que operar un "cambio proyectado", cosa por la que se mostró orgulloso. Sáez apuntó: "Valerón es un jugador muy importante a partir del minuto 70, cuando el contrario está cansado y él puede desarrollar su fútbol".
Desbordante de pragmatismo, Sáez admitió que a la selección la resta mucho para ser un superequipo: "No nos acercamos a un equipo perfecto. Ni mucho menos lo somos".
"Tenemos un equipo que sabe resolver situaciones", explicó Sáez, en referencia a la convocatoria de Kiev; "tampoco teníamos al equipo idóneo y en el fútbol a veces hay que trabajar con lo que tienes".
"El fútbol verdadero es así", prosiguió el seleccionador; "el equipo contrario se crece con un gol ante su público, 80.000 personas. Ucrania es difícil de ganar, tiene jugadores fuertes y rápidos".
Lo seguidores ucranios aclamaron a Raúl al salir del campo y la policía debió intervenir para que tanto fervor no pusiera en peligro su integridad física camino al autobús. En la zona mixta del estadio, en la que se congregaban varias decenas de periodistas y cerca de 500 aficionados, Raúl comentó que el duelo había sido duro: "Ha sido un partido complicado, como se preveía, en el que España ha trabajado mucho en un ambiente totalmente adverso, con el público en contra. Pero al final el empate hace justicia. Y no está mal. Los dos rivales más serios del grupo son Grecia y Ucrania, y hemos conseguido una victoria y un empate en sus respectivos terrenos.
El máximo goleador de la historia de la selección española lamentó no haber aprovechado las ocasiones en la segunda parte: "El ritmo lo hemos intentado llevar nosotros, pero nos han hecho muchas faltas para intentar frenar nuestro juego y lo han conseguido. Por lo demás, nosotros hemos tenido bastantes más ocasiones para marcar que ellos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de marzo de 2003