Luiz Felipe Scolari, el técnico campeón del mundo con Brasil en 2002, y ahora de Portugal, le ganó ayer en Oporto, 2-1, a su ex equipo, dirigido por Carlos Parreira, campeón en 1994. Un temprano gol de Pauleta (mi. 8) puso el partido de cara a los agresivos portugueses, que resistieron hasta que, tras dos disparos de Roberto Carlos y Rivaldo a la escuadra, Brasil empató (mi. 64) con un penalti discutible hecho a Ronaldinho, que transformó él mismo. A seis minutos del final, sin embargo, Deco, brasileño nacionalizado portugués y jugador de moda, marcó en el saque de una falta protestada, que provocó la expulsión de Roberto Carlos.
El madridista, que jugó todo el tiempo -Ronaldo sólo el primero y Figo, tocado, no salió-, dio un empujón descarado al árbitro israelí como queriendo evitar que Rivaldo se dirigiera a él. Pero no coló.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de marzo de 2003