Air Europa emitió ayer un comunicado en el que afirma que el desalojo del cantaor Diego el Cigala de un vuelo Madrid-Tenerife el viernes se debió a la aplicación de la "normativa vigente en cuanto a medidas preventivas sobre pasajeros que pueden poner en peligro la seguridad", y que "el comportamiento de su personal fue en todo momento correcto, educado y ajustado a las medidas de seguridad vigentes". Diego el Cigala, que denunció a la compañía por discriminación racial, aseguró que tras discutir con una azafata le habían echado "por gitano" (véase EL PAÍS de ayer). Según el comunicado de Air Europa, firmado por Gerardo Ariño, responsable de Comunicación de la compañía, "las razones por las que el comandante decidió llamar a las fuerzas del orden" para desalojar del avión a Diego el Cigala "no fueron otras que el estricto cumplimiento de la normativa vigente en cuanto a medidas preventivas sobre pasajeros que pueden poner en peligro la seguridad del vuelo, al percartarse de que la actitud amenazante, sin posibilidad de diálogo, por parte del pasajero aconsejaba dicha decision". La nota asegura que la jefa de cabina de pasajeros intentó explicarle que "en ese avión en particular no existía armario para trajes y ofrecerle la alternativa de colocarlo en la parte superior destinada al equipaje de mano"; señala que Diego el Cigala, "tras negarse a ello, comenzo a insultarla y amenazarla de muerte, lo que provocó que la sobrecargo se resguardara en la cabina de pilotos". Según la compañía, el artista "aporreaba la puerta de la misma, aumentando el tono de sus insultos y amenazas".
"Nunca me había sentido tan humillado", aseguró el viernes Diego el Cigala, quien afirmó que tanto la azafata como el comandante del avión le llamaron gitano. El incidente comenzó, según el cantaor, que viajaba en clase business, cuando quiso colgar un traje y la azafata le mandó "a la cola" del avión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de marzo de 2003