Carros de combate británicos realizaron ayer una incursión de cinco kilómetros en el interior de Basora (sur) para destruir un edificio que albergaba paramilitares, una torre de emisión de la televisión oficial y una estatua del presidente iraquí, según informó un periodista que acompaña a las tropas británicas. La columna se encontró una fuerte resistencia, pero regresó sin bajas a su base. Es la primera vez que las fuerzas británicas, que sufren los ataques de las milicias iraquíes en la periferia de Basora, efectúan una incursión significativa en este núcleo urbano que llegó a tener 1,3 millones de habitantes.
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La única vía segura de salida para los civiles es el puente que cruza el río Éufrates. A un lado, las tropas iraquíes; al otro, las fuerzas británicas. Mujeres y niños salen y entran en la ciudad asediada en busca de agua o alimentos frescos. El último control militar británico tiene órdenes de no permitir el retorno de hombres en edad de luchar. En la ciudad se escucha el tableteo constante de las ametralladoras y no está claro quién la controla. Las fuerzas paramilitares se mueven en todoterrenos artillados, lo que dificulta su localización. Algunos carros de combate iraquíes se esconden en garajes y edificios, informa el periodista David Fox, de la agencia Reuters, que logró penetrar unas horas en la ciudad.
"La población no parece asustada; sólo se queja de la falta de agua y alimentos", dice Fox, quien asegura que no hay pruebas de que hubiera un levantamiento popular contra Sadam, pero sí de que los paramilitares dispararan el viernes contra un grupo de civiles, hiriendo a una mujer. Fox asegura que fue bien recibido por los habitantes con los que logró contactar. El periodista sostiene que la gente no está convencida de la victoria de los aliados y teme que el régimen de Sadam Husein consiga sobrevivir a esta guerra.
200 muertos del Baaz
Desde el cuartel general en Qatar, el general estadounidense Vincent Brooks aseguró que "cerca de 200 miembros del Baaz murieron en un bombardeo" contra la sede de este partido, en el poder en Irak, en la noche del viernes al sábado en Basora. En su rueda de prensa habitual, Brooks mostró un vídeo del bombardeo y señaló que el ataque se produjo durante una reunión de la cúpula de esta formación en Basora.
Ayer hubo cinco disparos de artillería al norte del puerto de Um Qasr, teóricamente controlado por los aliados. Los proyectiles cayeron a dos kilómetros y a uno y medio de las tropas británicas. Estos disparos se producen un día después del desembarco de la primera ayuda humanitaria.
Por otra parte, los siete enviados especiales de medios italianos que el viernes fueron retenidos por la policía iraquí en Basora han aparecido en Bagdad, donde se mantienen a la espera de saber si las autoridades les conceden visado para permanecer en el país o son expulsados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de marzo de 2003