El partido Rusia Unida (RU), principal apoyo parlamentario del presidente Vladímir Putin, se autodefinió ayer como una fuerza centrista y de consenso social en un congreso que reunió a más de 500 delegados en Moscú. El evento es parte de los preparativos para las elecciones legislativas del 14 de diciembre y las presidenciales de 2003.
El partido del poder cuenta con más de 400.000 miembros, 151 diputados en la Duma Estatal (Cámara baja del Parlamento de 450 diputados) y 41 senadores del Consejo de la Federación (Cámara alta). Dotado de líderes poco brillantes, RU ha sacado más provecho de la popularidad de Putin (más de un 70%) que al revés. Según las últimas encuestas, si se celebraran elecciones hoy, los comunistas ocuparían el primer lugar con una intención de voto del 31%, seguidos de RU, con un 21%.
Conseguir una jerarquía estructurada y un programa eran ayer los objetivos del Congreso, donde los delegados recibieron como regalo un manual didáctico con biografías de líderes conservadores y otro para familiarizarse con partidos como la Unión Demócrata Cristiana de Alemania o el gaullismo francés.
A pesar de que dos de los dirigentes de RU son también ministros (el de Interior, Gryzlov, y el de Situaciones de Emergencia, Serguéi Shóigu), los oradores criticaron al Gabinete de Mijaíl Kasiánov y expresaron su deseo de que el partido mayoritario en las urnas sea también el encargado de formar Gobierno. "Nos vemos obligados a constatar que el Gobierno ha perdido su capacidad para resolver de forma enérgica los problemas más agudos de nuestro país", dijo Gryzlov.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de marzo de 2003