Inglaterra lo ganó todo. Después de su victoria en la primera jornada del torneo frente a Francia, 25-17, parecía cantado. Irlanda bastante había hecho con confirmar su mejoría esta temporada imponiéndose a los franceses el pasado día 8, 15-12. Ayer, en el partido decisivo entre los dos equipos que llegaban invictos, apenas resistió el primer tiempo. La delantera inglesa y la dirección magistral del medio apertura Jonny Wilkinson, sobre todo, fueron decisivos para conseguir un aplastante 42-6.
Inglaterra llevaba ocho años, desde 1995, buscando el Grand Slam, el triunfo en todos los partidos. Hubiera sido demasiado perderlo otra vez, y el torneo, aunque el equipo que dirige espléndidamente Clive Woodward, tuviera que visitar a Irlanda en el Lansdowne Road de Dublín. En las cuatro últimas ediciones una sola derrota en los partidos finales le había dejado la frustración total o parcial. En 1999, al caer ante Gales, 31-32, el torneo fue para Escocia; en 2000 y en 2001, lo ganó, pero al perder con Escocia, 13-19, y con Irlanda, 14-20, se le escapó el Grand Slam; y en 2002, la derrota ante Francia, 15-20, fue doblemente dolorosa para los ingleses, que no sólo perdieron el torneo, sino que permitieron a su rival lograr el primer Grand Slam con el nuevo formato de seis participantes.
Ayer, sin embargo, los problemas apenas duraron nueve minutos. A los cinco pasó un drop (botepronto) el apertura irlandés Humphreys, pero fue el canto del cisne (3-0). El medio melée inglés Dawson robó poco después el balón en un agrupamiento con introducción irlandesa y dejó en bandeja el ensayo bajo palos al imponente tercera línea Dallaglio (3-7). Fue el ejemplo de que la presión podía ya con Irlanda y que Inglaterra tiene muchos recursos. No importó que cuando el paquete irlandés tuvo fuelle arrancó un golpe de castigo a la media hora (6-7). Wilkinson se echó el equipo al hombro y sacó dos drop del empuje de su delantera (6-10 y 6-13). Incluso le anularon un tercero por falta previa.
La segunda parte fue un paseo inglés, que logró hasta cuatro ensayos de sus tres cuartos centros Tindall, Greenwood, dos, y Luger, y no permitió ni un solo punto a Irlanda. Wilkinson pasó otro golpe de castigo y llevó a 77 sus puntos en el torneo. Inglaterra, si mantiene su nivel actual, algo muy posible con las muchas variantes humanas y técnicas que tiene, será la gran amenaza europea para los grandes del hemisferio sur en la Copa del Mundo de Australia, del 10 de octubre al 22 de noviembre.
Clasificación: Inglaterra, 10 puntos. Irlanda, 8. Francia, 6. Escocia, 4. Italia, 2. Gales, 0.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de marzo de 2003