El alcalde nuevamente ejecuta una cacicada por decreto. Elimina el carril reversible del transporte público en el paseo de las Delicias. Fácilmente podía haber instalado barreras ornamentales en la acera para que los peatones crucen por los semáforos, facilitando así como se ha demostrado la agilidad y eficacia del transporte público en superficie. Pero no, el PP prefiere seguir apostando por el transporte privado, o lo que es peor, por el desgobierno, sin criterios ni políticas eficaces. Simplemente, guiándose por el eliminar los problemas con el marketing.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de marzo de 2003