El salón monográfico de la joyería cordobesa (Joyacor 2003) cerró ayer sus puertas con aires de satisfacción al haber "recuperado a los principales" compradores nacionales y haber atraído al mercado extranjero después de cuatro años de "decadencia" en la tradicional muestra del sector en Córdoba.
Rafael Rodríguez, el gerente de la asociación provincial de joyeros, plateros y relojeros, entidad organizadora del evento, destacó el notable volumen de negocio de las 100 empresas cordobesas que han participado.
Aunque los empresarios "no ofrecen" datos económicos del volumen de negocio, Rodríguez sí advirtió de que los acuerdos alcanzados con los mayoristas aseguran trabajo a los talleres de Córdoba hasta finales de año. El principal objetivo, que era "reflotar" Joyacor "se ha conseguido", máxime cuando Barnajoya (Barcelona) ha desaparecido. De este modo, Iberjoya en Madrid y Joyacor en Córdoba son las únicas ferias monográficas que quedan en España.
La organización cifró en unas 14.000 personas la afluencia a las Caballerizas Reales, que acogió por primera Joyacor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de abril de 2003