El debate interno en CC OO acerca del paro general de dos horas del 10 de abril en protesta por la guerra contra Irak se aviva por momentos. Si el viernes pasado su secretario general, José María Fidalgo, no creía "ni conveniente ni necesario" secundar la huelga que ya había convocado UGT, ahora son ya cinco las organizaciones de CC OO que piensan unirse al paro. Se trata de las uniones de Madrid, Baleares y Asturias, y las federaciones Agroalimentaria y de Construcción.
El Consejo Regional de Madrid decidió ayer, con el 86% de los votos a favor, llamar a los trabajadores a parar contra el ataque. El secretario general del sindicato en Madrid, Javier López, justificó esta decisión porque "no es aconsejable que CC OO Madrid no convoque la huelga justo en la región en que las movilizaciones han sido más masivas y unitarias".
A la reunión del máximo órgano regional entre congresos asistió el secretario de organización de CC OO, José Luis Sánchez, quien recordó a los delegados madrileños que la línea oficial se opone a la huelga. Sánchez recalcó que, a pesar de las diferencias sobre las movilizaciones, todo el sindicato mantiene una posición "activa y militante" contra la guerra.
Mañana se celebrará una reunión extraordinaria del Consejo Confederal del sindicato, que ratificará o revocará la decisión de la ejecutiva de no secundar el paro. López dijo que si hubiera "una instrucción expresa" de no ir a la huelga, en CC OO Madrid se verían "obligados" a acatarla.
A la polémica sobre la oportunidad de una huelga se sumó ayer Antonio Gutiérrez. El ex secretario general de CC OO se mostró avergonzado por el "discurso leguleyo" de la actual dirección. Gutiérrez añadió que los sindicatos "no necesitan forzar su inteligencia" para encontrar argumentos que legitimen la huelga general.
[El Consejo General de la Emigración, órgano consultivo del Gobierno, condenó ayer esta guerra "injusta" y pidió al Ejecutivo que "reconsidere su posición"].
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de abril de 2003