El ex presidente del Gobierno Felipe González cree que el líder del PP, José María Aznar, "no tiene derecho" a renunciar a encabezar la lista de ese partido en la próximas elecciones. Ésta es la intención declarada de Aznar. González aseguró ayer en la cadena SER que esa renuncia sería entendida ahora como "una huida, y no como un gesto de generosidad", porque el jefe del Ejecutivo ha promovido la guerra con Irak.
"No tiene derecho a retirarse dejando este paquete a los aspirantes a sucederle, aquéllos a los que ha obligado a seguirle en su deriva". Con esta frase, Felipe González exigió a Aznar que asuma "su obligación de presentarse a las elecciones para enfrentarse a los ciudadanos". La decisión de apoyar e incluso promover una guerra llevada a cabo por EE UU y Gran Bretaña, recordó González, no ha sido sometida a ningún referéndum, algo que él tampoco aconseja. Pero sí debe ser sancionada en las urnas. El ex presidente mostró su extrañeza por la "odediencia debida" que han mostrado los altos cargos del PP frente a una deriva que ha llevado al partido del Gobierno a tener al 91% de la opinión pública en contra.
Las causas de esta guerra, de consecuencias imprevisibles, hay que buscarlas para González en la Administración de George Bush, "incapaz de comprender la complejidad del lío en el que se está metiendo". Por eso no comparte las críticas que se hacen en general a EE UU.
El ex presidente del Gobierno comparó también la situación actual con anteriores guerras, como la del Golfo en 1991 y la de Kosovo. Y cree que no se puede hablar de casos parecidos porque allí la oposición del mundo no era tan mayoritarias, y las razones estaban mucho más justificadas.
Cree que Bush sólo pretende lo que llamó una "pax romana", esto es, una guerra de conquista en la que para mantener el control tras la victoria EE UU deberá dejar unos 100.000 hombres en la zona, con lo que se convierte en una guerra imperialista, y no de liberación. Además está convencido de que la destrucción será muy superior a cualquiera de las otras dos, porque la guerra se está centrando en las ciudades y dejará miles de muertos.
González sostuvo que la guerra ya es imparable, pero no la "deriva imperial" de Bush, que puede seguir después de Irak, y sólo puede detenerla la opinión pública, tanto americana como mundial, con ese "gandhismo" pacifista que ha mostrado hasta ahora. Por ello condenó los minoritarios actos violentos.
Respecto a la política exterior española, el ex presidente interpreta que Aznar cree que la UE no será relevante en el futuro, porque EE UU dominará, y se equivoca. "Además, EE UU sólo respeta a quien se hace respetar. La obediencia no genera respeto", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de abril de 2003