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Cepes reivindica la representación de la economía social tras la crítica de la CEA

El presidente de la Confederación de Entidades para la Economía Social de Andalucía (Cepes), Antonio Romero, se defendió ayer de las críticas expuestas en los últimos días por el máximo responsable de la Confederación de Empresas de Andalucía (CEA), Santiago Herrero. Romero afirmó en conferencia de prensa que la CEA "no se puede atribuir una representación que no ostenta" y se mostró "satisfecho" por el apoyo de la Junta al sector de la economía social.

El presidente de la patronal andaluza cargó en la última asamblea general de la CEA contra la economía social, al entender que la Junta está potenciando su participación en las instituciones autonómicas "con intención de enfrentarla a la economía tradicional". Herrera aseguró que su organización representa a la mayoría de las cooperativas andaluzas y censuró la inclusión de Cepes en el Servicio Andaluz de Empleo y en los órganos de gobierno de las cajas de ahorros por "objetivos que más bien se encuentran en el ámbito de la política".

"Los valores que diferencian a la economía social, como la democracia, la participación en los riesgos y en las ganancias y el autoempleo y la iniciativa personal, del resto de formulas empresariales no están representadas por la CEA ni por otras confederaciones", replicó el presidente de Cepes, quien insistió en la necesidad de que la economía social "tenga una representación institucional propia".

El presidente de Cepes recordó que en la economía social "priman las aportaciones de trabajo sobre las de capital, con lo que son empresas atípicas en cuanto a la gestión y constitución de las mismas y no se sienten representadas por la misma organización que agrupa a las empresas tradicionales, puesto que sus orígenes y métodos de gestión son diferentes". Tras recordar que las empresas de economía social generan 80.000 puestos de trabajo directos y suponen casi el 13% del PIB andaluz, Romero defendió que "los empleas creados son más estables que los generados por la empresa tradicional", lo que justificaría "un espacio propio".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de abril de 2003