Los cambios tuvieron la culpa. La unanimidad fue total entre los componentes de la selección española, que valoraron un triunfo más sufrido de lo esperado y consideraron clave la entrada en el césped de dos extremos como Vicente y Joaquín. Ahí cambió todo. El primero dio el pase de los dos primeros goles y el segundo, tras un extraordinario envío de Raúl, logró el tercero.
"Nos lo han complicado mucho", explicó Helguera; "parecía que no jugaban, pero vaya si jugaban. La manera de ganarles era entrarles por las bandas y cuando lo hemos hecho les hemos podidon".
Por los costados le dio la vuelta España a un partido que sorprendentemente se había puesto cuesta arriba. "Ahora se entenderá por qué quería marcar pronto, ¿verdad?", dijo el seleccionador, Iñaki Sáez. En el cambio de sistema, en el regreso del técnico al dibujo que acostumbra a utilizar, residió la clave del triunfo español. "Fue entonces cuando encarrilamos un partido que en el primer tiempo parecía que no seríamos capaces de ganar", señaló Sáez en lo que fue un discurso coincidente con el de todos sus jugadores. "Ellos se han metido atrás descaradamente y ha sido complicado entrar, aunque en la segunda parte, con Vicente y conmigo por las bandas lo hemos hecho mejor", comentaba uno de los culpables de la reacción, el bético Joaquín. "Hemos mejorado cuando hemos vuelto al sistema natural, con dos extremos. Por suerte, todavía es tiempo de hacer algún experimento", subrayó Albelda.
España disputará el siguiente partido frente a Grecia, el 7 de junio, y allí no estará Baraja por acumulación de amonestaciones, tras la tarjeta amarilla que vio ayer.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de abril de 2003