El último avance en la invasión de Irak ha tenido un eco inmediato en los mercados de valores, en los que los inversores vuelven a apostar por el menor, cuando menos el aparentemente más corto en el tiempo, de los males que se les plantean. Puestos a elegir entre analizar la situación económica -algo tan engorroso como deprimente- o apostar por quién acabará invadiendo Irak, el dinero apenas ha vacilado y las cotizaciones mostraron los efectos de esa decisión.
Los mercados de valores se orientaron decididamente al alza porque ayer volvía a dar la sensación de que la invasión duraría poco, lo que equivale a asumir las hipótesis que asimilan este conflicto a los males de las economías occidentales. Lo cierto es que los pocos inversores que aún actúan en el mercado buscan estos rebotes como solución diaria a una coyuntura demasiado compleja.
El Ibex 35 recuperó el nivel de los 6.000 puntos tras ganar ayer el 3,72%, la cuarta subida más importante del año, sin más argumentos que el aparentemente próximo final de la guerra. El índice general de la Bolsa de Madrid subió el 3,07%.
Los otros mercados europeos, con la excepción de Londres, consiguieron avances de más del 4%, destacando Francfort, que minutos antes del cierre ganaba el 4,97%. París subió el 4,13% y Londres el 1,86%.
Wall Street también se animaba con las noticias procedentes de Irak y a media sesión el índice Dow Jones ganaba el 2,75%, a pesar del dato de los pedidos industriales, que en el pasado mes de febrero cayeron el 1,5% y confirmaban la contracción de la economía estadounidense.
La contratacion en el Mercado Continuo ascendió hasta los 2.229,47 millones de euros, con 850 millones en operaciones institucionales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de abril de 2003